Todas nos hemos preguntado alguna vez: ¿Pero en realidad para qué sirve el tónico? En los años noventa, mi madre se atrevió a preguntarle a la dependienta de la perfumería y ésta le respondió con sorpresa ante semejante ignorancia: «¡Pues para tonificar!» No sé cómo habrías reaccionado tú, pero mi madre se quedó igual y siguió su camino alejándose de la mujer con cara de póquer. ¿Acaso me he perdido algo?
El tónico no «tonifica», ya que, según la RAE, tonificar es «fortalecer el organismo». En otros diccionarios se define como «dar fuerza o vigor a alguna parte del cuerpo». Aunque a estas alturas aceptamos pulpo: Si «tonificar» se interpreta como «hacer algo bueno por tu piel para que esté más sana y resistente», pues vale, compro la idea.
¿Para qué sirve el tónico?
A pesar de su nombre, el tónico se diseñó hace décadas para eliminar posibles restos de desmaquillante o residuos, y también para ayudar a restablecer el ph de la piel tras la limpieza, cuando la mayoría de los limpiadores eran más agresivos con la barrera lipídica que ahora y de un ph muy distinto, que la dejaba por un tiempo más vulnerable a irritaciones o reacciones no deseadas. El tónico venía después de la limpieza.
A día de hoy, afortunadamente contamos con multitud de limpiadores formulados para respetar tanto el ph de la piel como la barrera cutánea. Tenemos un abanico lo suficientemente amplio para poder elegir el más adecuado a cada una y no alterar ni resecar la piel como hace años.
Entonces… ¿ya no hace falta usar tónico?
Depende. En algunas pieles sí es interesante y necesario ayudar a reequlibirar el ph de la piel rápidamente, sobretodo cuando por alguna razón se esté usando un limpiador que no es el adecuado. Así que, antes de pensar en si necesitas restablecer el ph, mejor habría que pensar en si estás usando un limpiador correcto para ti y que sea respetuoso con tu piel, ¿no?
Si el limpiador es respetuoso y tu piel no sufre de alguna afección relacionada con las alteraciones del ph, el tónico no sería necesario. Otra cosa es que a ti te guste por razones de sensación o porque estés buscando hacer algo más por tu piel que «tonificar». Entramos en el maravilloso mundo de los tipos de tónicos y lociones infinitas… Calmantes, hidratantes, exfoliantes, iluminadores, seboreguladores, etc.
Como ves, no se trata de si necesitas o no un tónico, sino de ver si quieres introducir un producto de rápida absorción para que cumpla una función más en tu rutina. A menudo tienes esa misma función en otros productos, como tu hidratante, tu limpiador o en un exfoliante semanal.
En mi caso, me gusta ahorrarme pasos en la rutina, por lo que solamente lo utilizo si me ofrece unos beneficios interesantes que no quiero cubrir de otro modo. Es lo que hago actualmente con la loción exfoliante diaria 5 Azelaic-S de GH, ya que me aporta la exfoliación suave que quiero para mantener los poros limpios, gracias al ácido salicílico y me parece cómodo. Pero también podría cambiarlo por otro producto semanal con este mismo ingrediente. Aquí me puede la comodidad, por eso, por ahora, prefiero la loción diaria.